Si algo positivo debe señalarse del Gobierno Revolucionario de Cuba, es la masificación educacional. No discutamos ahora sobre sus lagunas ni vayamos al sentido semántico de la palabra "educacional", sino sobre sus logros. El cubano actual, en su gran mayoría, es un ente con alto índice de escolaridad. Son millones los profesionales que han roto la barrera universitaria, totalmente gratuita. Tampoco discutamos ahora la manera en que el Estado cubano les cobra sus estudios al ciudadano que llegó a convertirse en médico, ingeniero, abogado, científico, etc., etc., etc. Vayamos directamente a las consecuencias.
Cuba, insisto, es una cantera de personal calificado. Cantera en médicos y otras ramificaciones de la salud, cantera en artistas de calidad en todas sus vertientes, cantera en deportistas de primera línea. Ningún otro país latinoamericano ha conseguido tan alto grado de instrucción como el nuestro. Acaso la más alta dirección del país, décadas atrás, pensó mostrarle al mundo la capacidad del cubano para cualquier ejercicio y ministerio a desarrollar en su vida; y de cierto modo lo ha hecho posible. El fiasco ha estado en no ser capaz de reintegrar ese privilegio a una población que tanto lo necesita.
No quisiera hablar de la educación elemental y media, porque los que vivimos aquí y tenemos hijos en las escuelas lo conocemos muy bien. Educar y ahora sí caemos en el campo semántico es no solo enseñar que dos y dos son cuatro. Educar es formar al niño y al joven con valores humanos y cívicos que se reflejen en su modo de hablar, de vestir, de respetar, de ser caballeros y damas, como soñaba el Apóstol. Recuerdo que en mi niñez había una asignatura llamada Moral y cívica.
Un país altamente calificado puede realizar milagros. Y no me refiero a la "Operación Milagro" que ha devuelto la vista a cientos de miles de personas en varios continentes y es digna de elogio, sino a la manera errada de aprovechar sus resultados. Los médicos "internacionalistas" cubanos han sido una fuente económica monumental, pero no precisamente para los ejecutores de la misión que reciben quizás menos del 10% de su sacrificio, ni para el pueblo cubano que ha carecido de sus mejores especialistas y ha tenido que vérselas con estudiantes muchos de ellos extranjeros insuficientemente capacitados para brindar una respuesta clínica a la altura requerida. Vale decir, además, que gran parte de esos médicos internacionalistas, por habérseles prohibido viajar con sus cónyuges, a su regreso han perdido la familia. Han cambiado su hogar por un puñado de pesos convertibles.
Políticamente todo iba muy bien para el Gobierno cubano. Inclusive, cuando el entonces Presidente de Cuba calificó a la población profesional como "material humano disponible", la gente no tuvo a mal que lo simbolizaran como un aparato manejable sin sentido propio de dirección. El grado de docilidad y desconocimiento de sus derechos no les permitía avizorar comparaciones, hasta que las nuevas tecnologías irrumpieron indeteniblemente en el país. Y el cubano tuvo acceso a informaciones antes vedadas que ahora nadie puede impedir. Con ese alto grado de escolaridad y un poco de apertura gracias a la nueva presidencia, las memorias flash y los teléfonos celulares, han complicado las cosas hasta para los que defienden a pies juntillas el status quo político actual, pues la más ligera manifestación de opositores es filmada al instante y enviada a Twiter en cuestión de segundos, para ser esparcida en el ciberespacio. El cubano de hoy está informado a plenitud de cómo se mueven las sociedades ultramarinas y cómo se vive mejor en cualquier otro lugar de la Tierra. Ya no solo es una sinrazón prohibir Internet en los hogares cubanos, sino una censura obsoleta y absurda.
Las consecuencias de todo lo antes declarado son tristes y alarmantes. La juventud cubana hace sus maletas y se marcha a priori. Abandona, incluso, a su parentela cuando no puede llevársela consigo. Esta juventud profesional está hastiada de tanta propaganda inútil y vacía, de tanto engaño económico, de tanta exclusión alimentaria, de tanta rigidez política. Y mientras esto sucede, los países vecinos, sobre todo el gigante del Norte, hacen su pesca a gusto y se llevan nuestros hombres y mujeres más capacitados para que les sirvan en sus territorios definitivamente. Hasta la "hermana Ecuador" está haciendo zafra con nuestros muchachos. La hermana Ecuador aplaude nuestro sistema político y su presidente se arranca la muceta con furia y echa por esa boca lo que sea necesario para defender a "Cuba", mientras le extrae calladamente su personal mejor calificado. Y los cubanos van para Ecuador como aquellos chiquillos que siguieron la música del flautista de Hamelín. Porque en la "hermana Ecuador" se realizan elecciones democráticas con partidos de oposición; porque en la hermana Ecuador un médico gana miles de dólares y no el peso de los cuatro centavos; porque en la hermana Ecuador la gente puede comer lo que le viene en ganas; porque en la hermana Ecuador su señor presidente respeta la propiedad ajena y no impide que el trabajador privado haga su dinero hasta donde su capacidad se lo permita.
Mientras, la nación cubana lamentablemente se desmorona, se hace añicos, se difumina. Si esta desdicha nacional continúa, las generaciones venideras verán comunidades cubanas por toda América y otras partes del mundo. Y acá, solitarios, hambrientos y desarrapados, carentes del calor de nuestros hijos y la sonrisa de nuestros nietos, los que no renunciamos a la tierra que nos vio nacer, iremos a la tumba con la única compañía de la soledad.
Pedro Armando Junco
La masificacion de la educacion en Cuba no es lo que parece ser. En realidad la masificacion esta en la graducion de tecnicos y medicos no en la educaion, hay una notable diferencia. La graduacion masiva de tecnicos y medicos se ha autilizado como trapo para darle brillo a la Revolucion del Comandante. No les interesa que la gente despues haga sus maletas y se vayan, lo que les interesa es mantenerse en el poder y utilizar los recursos que crean en otros paises los que no se van definitivo.
ResponderEliminarEl gigante del Norte y las comunidades latinoamericanas, como la hermana Ecuador no "se llevan" a nuestro personal calificado, ellos se van por su propia voluntad, como dice el escrito, dejando todo detras. Nadie les "roba" el cerebro, ellos lo donan a voluntad, concientes de lo que hacen, porque en Cuba no pueden ponerlo a funcionar.
En Cuba se han graduado miles, decenas de miles de tecnicos en todos los campos, en el de la salud y en el campo tecnico, pero esa gente calificada sirve solo para las estadisticas, para mostrarle al mundo con fines propagandisticos como en Cuba la Revolucion ha desarrolado la formacion masiva de tecnicos, no la educacion.
El tecnico o el medico despues que se gradua no es mas que un "medio básico" que el regimen utiliza como le conviene.
El hecho que este enorme arsenal tecnico y medico no ha podido desarrollar nuestra Cuba en medio siglo es muestra de la ineptitud, la incapacidad y el desinteres de los compañeros que rigen el pais. Su objetivo es mantener las mismas reglas obsoletas en inservibles de hace 55 años porque eso es lo que los mantiene en el poder. Ellos no entienden de otra cosa que no sea subversion, espionaje, represion, abuso y maltrato a los que desearian utilizar este personal tecnico calificado para el desarrollo de nuestro pais.
Conoci magnificos ingenieros graduados en Cuba que trabajaban conmigo, que no tienen posibilidades de crear porque dependenden de la comprension que tengan por parte de las autoridades, de los recursos que les den, que las autoridades se ninteresadas en llevar a cabo y desarrollar sus proyectos. Ningun Ministro, por capaz que sea, tiene la libertad de desarrollar a voluntad la rama que dirige. Depende de los lineamientos del regimen y de los recursos que les den.
Es, efectivamente, doloroso ver como todo el desarrollo que los cubano hemos hecho en en otros paises podriamos haberlo hecho en Cuba para beneficio de nuestra Patria y no en beneficio del grupusculo que la rige, porque no me atrevo a decir que gobierna, a nuestra querida Cuba.
Otro de los "logros" de la Revolucion: crear fuerza calificada para que vaya a crear a otro lugar, porque en Cuba siempre es 26 y, aunque quisieran, no pueden hacerlo porque no tienen la libertad que hay en otros lugares donde existen todos los demas dias del año.