En las nevadas cumbres de Davos, Suiza, se desarrolló el Forum Económico Mundial. Allí se reunieron con los presidentes y principales figuras de muchos gobiernos, los representantes más importantes de la economía global. Y allí pronunció el libertario Javier Milei, en nombre de la Argentina y del mundo, un estremecedor discurso que recogen los medios más importantes del planeta: "Occidente está en peligro".
En este foro Milei desenmascara, no sólo las falacias de los regímenes de izquierda que se hacen llamar socialistas justos distribuidores de la riqueza, sino el inminente peligro que representan en su afán de adueñarse del orbe; hizo énfasis en que sólo el capitalismo es capaz de reducir la pobreza en el mundo y señaló como ejemplo de esa hipócrita defensión humanista de los zurdos, las organizaciones feministas que lejos de protegerlas las subyugan al sistema que las representa; se pronunció contra esas castas políticas que se apropian de los medios de difusión y proponen el monopolio del estado por encima de la ciudadanía bajo la bandera de la defensión del cambio climático, la igualdad de género y muchos postulados más, que abrazan bajo su falso liderazgo los más ingenuos.
Pero el punto más importante de su discurso fue el relacionado con la economía:
"Si se adoptan medidas que entorpecen el libre funcionamiento de los mercados, la libre competencia, los sistemas de precios libres, si se entorpece el comercio, si se atenta contra la propiedad privada, el único destino posible es la pobreza", resumió tajante a despecho de quienes lo juzgan populista.
Por último, quizás ante el asombro de los intelectuales de izquierda presentes en el foro, no temió llamar héroes a los empresarios y multimillonarios del capitalismo por considerarlos el único motor capaz de impulsar el desarrollo de los pueblos.
Al escuchar su discurso me invadió la sensación positivista de que se dirigía a nosotros los cubanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario