miércoles, 6 de julio de 2011

Pasaje a lo desconocido

El domingo 3 de julio, en su programa Pasaje a lo desconocido, Reinaldo Taladrid presentó un documental sobre “alimentos chatarra”. Trajo como invitada a la doctora Porrata. El documental mostraba la confección de riquísimas golosinas que constituyen hoy la preferencia nutricional de niños y adultos en países desarrollados, pero dejaba al descubierto el peligro que significa aficionarse a refrigerios tan ricos en grasas, azúcares y otros ingredientes que sobrepasan la media energética necesaria para vivir y otros completamente nocivos. La doctora Porrata preparó diferentes platos, excelentemente decorados y apetitosa invitación. Uno por uno detalló el contenido en calorías y recalcaba en la cantidad de ejercicios necesaria para eliminar la energía proporcionada por cada bocado de tan excelentes pasteles o galleticas. El colofón fue obsequiar un hermoso pastel a Taladrid, confeccionado con los ingredientes más dañinos a la salud así como inmejorables suministradores de obesidad. Con mucha soltura le espetó en cámara, mientras repasaba su físico con la mirada, la frase maestra de su interlocutor: “Saque usted sus propias conclusiones”. Todos los que seguimos Pasaje a lo desconocido desde hace tantos años, nos hemos percatado de que el abultado abdomen que su presentador exhibe hoy, no existía al principio.
El diálogo me gustó –no me da penas confesarlo –mucho más que el documental. La amenidad y buen ánimo con que la doctora Porrata rebatía las “intrusidades” de Reinaldo Taladrad fueron de buen gusto. Por fin él tuvo que explicar que algunas de sus preguntas, aparentemente sin lugar, solo buscaban mayor sencillez para televidentes que no gozan de un elevado nivel educacional.
Pero lo mejor viene después. Para el próximo domingo 10 de julio. Ambos se han comprometido a traer a esos mostradores, antes repletos de platicos chatarra, alimentos saludables y aconsejables a la población. Quedan atrás esas golosinas tan poco alcanzables a los niños cubanos que no poseen 21 pesos para un cartucho de Peggi o 10 pesos para una Tukola cada vez que tengan deseos de una merienda o un refrigerio. En CUC ni hablar. El más pequeño tubo con poquísimas golosinas tiene un valor de 60 centavos, que es igual a 15 pesos cubanos.
Si el propósito de la charla que precede al documental es excluir a nuestros infantes de tan perjudiciales alimentos, lo aplaudo por magnífico y apruebo el alto costo de ellos en el mercado como se hace con las bebidas y los cigarrillos.
Sin embargo, estoy ansioso esperando el domingo 10 de julio para deleitarme cuando Taladrad y la doctora Porrata propongan a la población el consumo de manjares tan saludables y exquisitos como el bistec y el picadillo de res, la ternera guisada, el queso natural, la leche pura de vaca, camarones en cocteles, langostas termidor y quelonios de todo tipo, además de vegetales.
Y después del domingo volveremos a tocar el tema.

Pedro Armando Junco

1 comentario:

  1. Sí, el programa de Taladrit estuvo bien... mejor dicho excelente la intervención de la doctora. Él un tanto olvidadizo de que está en un programa de tv, con cierto énfasis en ripostar los criterios especializados de la Dra Porrata, comportamiento que se aproximaba a la mala educación. Muchos quedamos algo aturdidos con aquello de la cantidad de energía contenida en un bocado o de qué alimentos consumir en las tardes... Sobre todo ello ocurre por los inadecuados hábitos alimenticios que hemos asumidos y que claro está nos resulta tan difícil variar. Pero realmente si hubiese diversidad en la oferta de vegetales y otros alimentos naturales verdaderamente sería más económico.
    Recuerdo que alguien que fuera mi superior en mi época como estudiante y posteriormente como profesor universitario decía en una reunión que los cubanos no teníamos taaaantos problemas porque moríamos de enfermedades de los ricos.... nadie, incluido yo, le rectificó a aquella señora (que aún hoy, es de las que pretende tapar el sol con un dedo) que eso no se debe a la abundancia de los alimentos, algo que los cubanos de a pie sabemos muy bien, sino a los frecuentes inadecuados hábitos alimenticios.
    Fue muy buena la intervención de la doctora y desilusionante el comportamiento del conductor.

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