Desde una posición revolucionaria -vale aclarar: verdaderamente revolucionaria-, la intelectual matancera Alina Bárbara López Hernández, mantiene sobre ascuas a la policía política cubana.
Su conducta intachable, su valor sin límites y una inteligencia por encima de lo normal, le han permitido enfrentar al régimen dentro del marco de sus propias leyes y decretos, resultando inmune a todo tipo de coacción y supuesto delito con que se pretende sacarla del juego.
Alina Bárbara, igual que Oswaldo Payá Sardiñas hace 20 años, resulta una piedra en el zapato del régimen cubano, porque ambos han tomado como base para sus proyectos, los resquicios de las propias leyes constitucionales del régimen, promulgadas para vender al mundo exterior una auténtica democracia en Cuba, bajo la descontada suposición de que el pueblo cubano es un rebaño de idiotas.
Pero entonces aparecen ellos: Osvaldo Payá con la creación del Movimiento Cristiano Liberación y el Proyecto Varela aprovechando la brecha constitucional que permitía con 10,000 firmas crear un partido político de oposición.
El susto resultó tan grande que el gobierno tuvo que implementar un costoso y teatral plebiscito para modificar ese artículo de la Carta Magna. Luego el Premio Sájarov que el Parlamento Europeo otorgara a Payá, sería la gota que desbordó el vaso y llegó el final que todos conocemos.
Hoy, 20 años después, con una serenidad e iniciativa escalofriantes y sin faltar en una coma a las represivas leyes recientemente promulgadas para amordazar totalmente la libre expresión del cubano, sale esta mujer de su casa con una hoja de papel en blanco colgando de su cuello por un simple cordón de zapatos en señal de protesta.
Sólo en Corea del Norte una acción como esta puede constituir un delito. En Cuba..., bueno, tendremos que esperar; porque si este pueblo desesperado por el cambio decide mostrar públicamente su descontento y sale a la calle con una hoja de papel en blanco colgando del cuello, nuestra apreciada amiga Alina Bárbara Lopez Hernández estará en peligro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario