¿Resistiráel pueblo cubano la “dolarización” monetaria?

La noticia oficial sobre el "nuevo orden económico" ha echado una cortina de humo a las últimas protestas de la población. La marea iba creciendo; ya las instituciones pineras UNEAC  y AHS se sumaban al reclamo de los intelectuales y artistas del 27N y caía como castigo del cielo la fecha del Día de los Derechos Humanos.

¡Había que hacer algo! Y se anunció una noticia muy importante. Hasta los menos ingenuos esperamos la buena nueva de la liberación de todos los presos políticos, la aceptación oficial a los reclamos de aquellos jóvenes a la libre creación, al respeto a la disidencia, y hasta hubo quien pensara que nos iban a suprimir los imbéciles comentarios de Humberto López a la hora del Noticiero.

Pero no. Todo lo contrario: nos presentaron a Díaz-Canel con alguien inamovible a su diestra como cuño oficial, señalando para el día primero de enero la desaparición del billete CUC. Y punto.

Lo lamentable sería al día siguiente: Murillo. Otra vez sobre el lomo de Pascual la carga de leña que podría quebrarle las patas. Porque en sus dos largas horas de "explicaciones al pueblo" ha quedado claro que desde enero en lo adelante la población cubana tendrá que solventar sus necesidades básicas con el equivalente al dólar norteamericano, según su valor de importación a razón de 24 x 1.

Para eso no había razón de eliminar el CUC. Por el contrario, el que desenmascara la tremenda crisis inflacionaria es el CUP (moneda nacional). Si un novedoso salario mensual de 2500 pesos es similar a 100 CUC, ¿qué más daba dejar esta última moneda, cuando todo a partir de enero costará a su equivalente?

Debo confesar que yo no soy nada ducho en economía, pero sí un poco desconfiado cuando percibo que me quieren tomar el pelo. Y como yo, muchos cubanos más. A estos compatriotas les pregunto: ¿el pueblo cubano soportará esta carga? Y de soportarla, ¿se cruzará de brazos hasta morir de inanición y miseria extrema?

Cuidado con eso. Porque los pueblos incapaces de hacer frente a las arbitrariedades de sus gobernantes, son los que apelan al fraude, ilegalidades, estafas y a todo tipo de medidas ilícitas, imposibles de combatir por las autoridades cuando estas alcanzan hasta sus propias familias.