No importa dónde estén, qué edades tengan, cuáles sean sus tendencias ideológicas, dedico este pequeño homenaje a todas las mujeres cubanas. Muy especial para mis amigas en Facebook, que son miles, y dentro de ellas a esas atrevidas que se arriesgan a decir con valentía, dentro de Cuba, todo lo que piensan.
Se aglutinan en mi cerebro muchos nombres: Tania, Luz, Camila, Yoani, Berta (ahora también Marisol y Leyanis ), y tantas más que no cabrían en un rico catálogo. Tan numerosas son aquellas menos conocidas que escriben en las redes el arriesgado mensaje de apoyo y echan su granito de arena en este saco necesitado de llenar para presentarlo al mundo y el mundo sepa cómo en este país hasta las mujeres hermanan fuerzas frente a la oprobiosa tiranía del régimen, que llenan de esperanza a los hombres. Porque, ¿qué sería de los hombres que soñamos construir una Cuba próspera, inclusiva y libre, sin el apoyo de estas nuevas Amalias y Marianas?
"Los pueblos necesitan además como las aguas, de nivel. Cada nación requiere, si ha de salvarse, cierta porción de intelectualidad y elementos femeninos, y así como no se da hijo sin padre y sin madre, así no se da pueblo sin la comunión afortunada de los elementos viriles y femeniles del espíritu," dijo el apóstol.
Cuando nos presentan por la televisión el logro feminista, pero descubrimos videos en que policías arrastran, inmisericordes, a una mujer por haber gritado Patria y Vida, nos percatamos del mentís de la igualdad de género en Cuba, y de que este gobierno se radicaliza como una férrea dictadura.
Yo sueño para el día de la libertad, con una mujer en la presidencia del país. Sueño mirarla desplegar ese potencial humanista, superior en su género, aboliendo la pena de muerte del código penal y condenando la prisión política; siempre a la escucha de opiniones ajenas, aprobatorias o adversas. Porque en ella, el poder de la maternidad destacará la piedad frente al maltrato, el cuidado hacia el desprovisto, la justicia contra la arrogancia del poder…
¿Pero quién soy yo para lanzar, desde mi pequeñez, tantos elogios a la mujer cubana? Dejemos otra vez que sea nuestro Martí quien se pronuncie:
"Y hay tanta bondad en las almas de las mujeres que, aún luego de engañadas, de desesperanzadas, de encallecidas, dan perfume. ¿Qué será de los hombres, el día que no puedan apoyar su cabeza en un seno caliente de mujer?".
No hay comentarios:
Publicar un comentario