jueves, 4 de junio de 2015

Aviso a la población camagüeyana sobre el proceso de Mandy

 Quiero alertar a la población acerca de las "bolas" que corren a diario sobre el lugar y la fecha del juicio, así como las presuntas condenas. Nada de eso es cierto. Todo se mantiene en estado de investigación y puede demorar semanas el fin del proceso, según me informan los oficiales adscriptos. Sé que el pueblo está consternado y abatido, porque los hechos de sangre en nuestra ciudad se incrementan cada día más y los padres y las madres del Camagüey temen por la vida de sus hijos. Pero es necesario mantener la ecuanimidad y no escuchar ningún tipo de comentario que no sea confirmado por la radio, la televisión o la prensa escrita.

Ha repercutido en mi ciudad "la carta". Así ha dado en llamar la población al anterior enunciado que habla del asesinato de mi hijo. Los medios oficialistas han tenido que responder a los hechos, aunque con cautela. En el medio digital del periódico Adelante un gacetillero –al que responderé en mi próximo artículo –calificó a los asesinos como "grupito de malcriados". Otro, en el periódico semanal, surfea sobre el horror de lo acaecido y lo califica como algo "extraordinario", cuando en realidad lo extraordinario es que por primera vez un crimen como este salga por la prensa, ya que nunca casos como este se dan a conocer. Y ha salido porque ya todo el mundo lo conocía gracias a mi post y a su reproducción multitudinaria por muchos otros sitios de Internet más visitados que el mío. Tampoco es mi culpa que medios "enemigos" se hayan hecho eco del caso: el culpable es el hecho en sí mismo, a tales magnitudes como pocos.

Como propuesta, el joven periodista del semanario señala medidas a largo plazo. Y si bien es cierto que muchas familias no carecen de falta de valores –y la mía es una de las que se gana la vida honradamente –presentar al mundo que vivimos en una sociedad perfecta no solo es un engaño, sino un bumerán que nos golpea a diario como es mi caso hoy y puede ser el de cualquiera otra familia pacífica mañana, inclusive la de ese gacetillero que califica "grupito de malcriados" a esas pandillas terroristas que pretenden adueñarse de nuestras calles. En Camagüey los hechos de sangre son consuetudinarios y no extraordinarios como refiere el periódico.

Las medidas a tomar son urgentes, no a largo plazo. Las leyes están allí, solo hay que aplicarlas con energía. Nadie tiene por qué andar en la ciudad con armas blancas. Si nuestros policías reducen a cacheo a todo sospechoso y encuentran que porta un arma capaz de causar heridas a su prójimo, allí está la ley de Peligrosidad que puede aplicarse al máximo rigor y, al menos, reducirá el peligro de los asaltantes.

Los hechos de sangre sancionados no deberían nunca alcanzar prebendas de libertad condicional. Frenar el terrorismo en nuestra ciudad y en Cuba, para que no se diga lo mismo que de muchos países del hemisferio, ha de ser prioridad para nuestros tribunales. Es necesaria una abatida que excluya de nuestras calles esos elementos perniciosos. Asesinar por el placer de matar es terrorismo y como tal debe ser juzgado.

Si me fuera permitido escoger el modo de enjuiciar a los asesinos, pondría como jurado al pueblo de Camagüey. Al estilo de la democracia Suiza, llevaría a cabo una consulta popular en la que todo ciudadano con derecho al voto señale la pena que debe ser aplicada a los criminales. Inclusive pediría la opinión sobre las medidas profilácticas a tomar en el futuro inmediato. Y, luego del consenso, llevaría a cabo el juicio.  

Quiero agradecer a Criminalística y al Departamento Técnico de Investigaciones del Ministerio del Interior la eficacia con que han actuado en el caso de mi hijo. No puedo permitir a mi dolor de padre que este hecho de sangre traspase los límites de la cordura y la imparcialidad. Nada me devolverá a mi querido Mandy. Pero si su muerte consigue que las autoridades y la justicia reduzcan al mínimo actos como este, para que nuestra ciudadanía pueda volver a transitar segura y libremente, a cualquier hora de la noche o de la madrugada por las calles de Camagüey; al menos, entonces, alcanzaré el consuelo de que su martirio no haya sido en vano.

Solo me resta advertir a quienes dirigen nuestra sociedad que no detener ahora esta violencia juvenil, puede acarrear un desmoronamiento general de tal envergadura cuyas consecuencias nadie es capaz de predecir.

 

Pedro Armando Junco

6 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Verdaderamente me imagino el dolor que usted esta llevando,perder un hijo tan joven es lo peor,creame no hay palabras para seguir comentando ,lo acompaño en su sentimiento espero que se le haga justicia a su dolor.

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  3. Lamento el haber calificado a esos malhechores de grupito de malcriados. En otros espacios de las redes sociales aclaré el significado de malcriados, de todos modos es verdad que pudo utilizarse otros términos más fuertes. En realidad Pedro Armando Junco no sabe cuanto lamento lo ocurrido. Y soy de los que pienso en manos duras con los delincuentes y asesinos. No creo necesario ni razonables entrar a polemizar el término gacetillero. Su libro: Furia de los Vientos lo he leído más de una vez y me parece una buena obra, lo que no quiere decir que no haya escuchado criterios discordantes de otros que lo han leído. Enrique Atiénzar Rivero
    El solo hecho del crimen conmociona y en mi caso particuilar sabiendo que Mandy es hermano de la esposa de Aldo Cepero y que la mamá de Mandy trabaja también en ese medio.

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  4. Lo que resulta asquerosamente lamentable es que el aludido gacetillero se ponga a cuestionar ahora lo que ha escuchado del libro del padre de la victima...sin palabras

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  5. Estimado Pedro. he publicado en la Editora Huasteca, México, a través de la poetisa y hermana Livia Díaz, una décima titulada TRÉBOL Y ESPINA, con vínculos a tu carta y a este Aviso a la población camboyana sobre el proceso de Mandy. que bien debería llamarse Aviso a la Comunidad Internacional. También deseo felicitar, como hiciste a los medios investigativos del Ministerio del Interior por su trabajo de búsqueda y captura de estos criminales, no delincuentes ni mucho menos malcriados elementos. La sociedad cubana en pleno debe elevar su voz y levantarse contra quienes quieren convertir a nuestra isla en un estado
    de México, llámese Guerrero, Chihuahua, Michoacán, Tamaulipas o Sinaloa. El pueblo se batió en las calles sin armas contra las hordas batistianas hasta que fueron todos sentenciados o puestos en fuga el 1ro de Enero. Luego nos enfrentamos a una invasión en Playa Girón, ¿cómo permitir que estos terroristas acaben con la tranquilidad de nuestras calles? ¿Cómo? ¿Será una táctica de grupos infiltrados para generar el miedo y el descontento? Estoy contigo, hermano. Espero que la Justicia se imponga férreamente en este caso bochornoso, cruel y doloroso, especialmente para ti. Saludos a Morciego, y a Mariela Pérez-Castro. Abrazo de Ernesto R. del Valle.

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  6. Error en mi anterior mensaje por favor.
    En la cuarta línea donde dice población camboyana,
    Debe decir: población camagueyana. A continuación dejo aquí la décima que publiqué en la Editora Huasteca de México, relacionada con este horroroso y criminal caso.

    TRÉBOL Y ESPINA

    [Mensaje a Pedro A. Junco, el padre de Mandy]

    El alma toma la esencia
    del trébol o de la espina
    Si es trébol, fresca termina,
    elegante y sin pendencia.
    Si es espina, la violencia
    al buey hace sus tributos,
    entrega dardos y frutos
    de la conciencia más negra
    junto al lodo que se integra
    con los "guizazos" más brutos.

    ©Ernesto R. del Valle.

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