martes, 31 de mayo de 2011

PASEO SOBRE EL ANDÉN

En la rapsodia del Andén se vende todo.
El banco duro del camión:
(reminiscencia vengativa del ganado).
la mezcolanza de las etnias:
odorantes efluvios de diversas regiones.
Émulos del uighur del desierto de Gobi
de los escaladores del Éverest
somos cada día.

Los mendigos de hoy ya no piden limosnas
éste
carente de colores
¿qué hizo para adornar sus caramelos?
aquél con ruedas en sus piernas
trabado entre la gente
forcejea su alimento.

Tiene el Andén de mi ciudad
la perspectiva del milagro
escapar sin que te hurten o abofeteen en el tumulto.
Encontrarás allí la chispa para tu fosforera
la golosina de tus hijos amasada por manos confusas
el medicamento extinto en la farmacia.

La gente corre encima del Andén
cuando se anuncia otra salida
se estruja tropieza se lastima..

La gente del Andén ya no dice “compañero”
vive en un limbo extraño
amenazante.
Mestizan los sudores
con el ansia de algo vago infinito incorpóreo nunca determinado…
como es montar en un vehículo cualquiera
y marcharse
no sabemos a donde.

Pedro Armando Junco

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