Para el próximo viernes 4 de diciembre, a las 9 de la mañana, ha sido fijada la vista oral del juicio a los cuatro acusados por el asesinato de Pedro Armando Junco Torres, mi hijo, y de dos intentos de asesinatos más que no pudieron consumar esa madrugada del 16 de mayo del año en curso, en esta ciudad.
Pido disculpas a los seguidores de mi blog por la ausencia de mis comentarios semanales sobre sociedad, puesto que este golpe me ha obligado a disminuir un tanto las críticas generales que he venido incluyendo en el blog desde hace más de tres años.
Prometo, además, luego de toda esta vorágine judicial, colgar en este sitio los pormenores de los hechos del asesinato de Mandy, para que ustedes puedan valorar hasta qué punto esas bestias humanoides fueron capaces de llevar a cabo tan horrendo crimen. Créanme que van a leer un cuento de horror. Luego les agradeceré me envíen de vueltas, tanto en las respuestas a mis artículos del blog como a mi correo particular, cuál sería la sentencia que ustedes, de haber sido el tribunal que juzgara a esos delincuentes, habrían impuesto.
Pedro Armando Junco
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