miércoles, 7 de abril de 2021

El regreso de Tom Sawyer

Recuerdo cuando leíamos a Marx Twain, lo divertido que eran las complicaciones que Tom fabricaba ante un caso sencillo a resolver. Y hasta me atrevo a bautizar como Síndrome de Tom Sawyer la novedosa idea del presidente Díaz-Canel de reunir en foro a científicos, dirigentes y productores buscando la "soberanía alimentaria", que es como llaman ahora poner a producir las fértiles tierras del país para dar de comer once millones de cubanos hambrientos.

Si no fuera porque la situación es para llantos, moriríamos de risa ante tamaña obra de teatro. ¡Señores dirigentes nacionales, el mejor científico para desarrollar la productividad es el productor empírico! El mismo campesino que por herencia práctica y rutinaria, mantenía en Cuba antes de 1959 más reses que habitantes, cultivaba caña para más de siete millones de toneladas de azúcar y abarrotaba de viandas, café, leche y todos esos productos nacionales que hoy no aparecen, hasta en el último rincón de la Isla.

Y, modestia aparte, no está de más citarle al señor presidente y sus burócratas la carta que dirigí a su persona en julio del pasado año a nombre de un pueblo necesitado de alimentos, cuya única respuesta fue mi expulsión de la UNEAC:

"…permita que el pescador, pesque; que el agricultor siembre, que el ganadero críe… Pero deje al pescador que venda libremente su producto del mar, que el cosechero se las ingenie y comercialice sus siembras sin que medie el Estado, que el campesino mate su res y la venda al precio que le venga en ganas y se la compre el que pueda; porque por muy injusto que parezca, mayor injusticia es venderle al proletariado en una moneda que no circula en Cuba y a la que solo quienes tienen apoyo desde el exterior, pueden adquirirla".

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario