El día 4 de febrero de 1948 abrió sus puertas por primera vez el cine Casablanca. Y el 4 de febrero de 2014 –66 años después –reanudó sus funciones con traje nuevo.
Esta remodelación y
moderna estructura del local ha sido fruto del batallar de un grupo de
especialistas en cine que, codo a codo con instituciones gubernamentales,
acometieron la obra; acaso la más importante del proyecto de salutación al 500
aniversario de la ciudad.
Me siento obligado a
pedir disculpas a Juani, porque hace meses aseguré en este blog que dicha tarea
no estaría terminada en tiempo y forma para el 2 de febrero de 2014. Así me
disculpo públicamente ante él, no por haberme equivocado, puesto que las obras
en general no están concluidas, sino porque el cine Casablanca sí lo estuvo
–aún con olores a pintura fresca –y porque mi amigo ha sudado muy duro la
camisa en estos últimos meses a pie de obra.
Anoche fuimos a la premiere y estreno de la película Conducta; porque cuando asistimos a una película cubana de los últimos años,
nos invade la nerviosa incertidumbre de qué mensaje positivo nos traerá.
El cine cubano es bueno,
no porque sea el nuestro. Ni tampoco deja de serlo porque dentro de él hayan
militado filmes pésimos, cargados de adoctrinamientos inútiles y banales
argumentaciones. El cine cubano es bueno porque desde siempre ha tenido
directores excelentes y talentosos, capaces de llevar a la pantalla realidades
nuestras y, sobre todo, la idiosincrasia nacional sin tapujos de algún tipo.
El descuido ha estado en
que al pueblo de Cuba se le dificulta el acceso multitudinario a nuestras
películas de excelencia. De vez en cuando, solo en espacios exclusivos de buen cine
televisivo, se proyectan las cintas más emblemáticas del patio. Nuestros
canales de televisión, incluyendo al más importante con sus “Películas del
Sábado”, atiborran a la población de filmes violentos, o eróticos rayanos en lo
porno, que al día siguiente muchos comentan “lo buenos que estuvieron” porque
se les acostumbró a ellos de la misma manera que se nos acostumbró a la soya en
el picadillo y al chícharo en el café, y ahora no nos es sabrosa la carne de
primera ni el café puro.
Desde los primeros
tiempos de Titón y su Memorias del
subdesarrollo, el cine cubano contó con excelente calidad. Luego vendría Alicia en el pueblo de Maravillas, levantando
ronchas en las altas esferas del poder. Años más tarde aparecerían Fresa y Chocolate, Guantanamera, por
citar algunos. Y pregunto, ¿qué porciento del pueblo de Cuba ha visto estos
filmes reiteradamente? Aún en los mejores bancos de películas estatales no
aparecen muchas de ellas. Es la más absurda de las censuras: crear arte y luego
escamotearlo.
A pesar de la censura,
en los últimos años han venido apareciendo películas cada vez más críticas de
la sociedad en que el pueblo actúa. Quizás no con la calidad suprema de Fresa y Chocolate, pero sí con enfoque fustigador
más incisivo por la urgencia, Juan de
los Muertos, Se Vende, Habanastation, Y sin embargo…, colocan sobre el
tapete la realidad social en la que estamos inmersos.
Y Conducta no se queda atrás. Ninguna obra de arte puede abarcar
críticamente la amplia gama de problemas que soporta la sociedad cubana de hoy;
y cuando algún artista intenta abarcarlos todos a la vez, se difumina el
intento y pierde intensidad la crítica. Por eso pienso que Conducta merece el elogio de su exclusividad al tratar solo, pero
con valentía y agudeza, tres temas fundamentales: la exclusión del cubano a
vivir en cualquier sitio dentro de su propio país, la intolerancia religiosa
dentro de la escuela pública y los malos hábitos de vida y de conducta en una
población arrastrada a ellos por la miseria, la desidia y la falta de control,
entre otras muchas causas.
Ojalá estos filmes de
altos valores críticos se promocionen y se expongan en todas las pantallas
grandes del país, en todos los canales de la televisión nacional, para el
disfrute de quienes sentirán, en carne propia, el retrato de sus penurias.
Pedro
Armando Junco
Querido Junco,es imposible q una dictadura d 55 años dé divulgación a sus errores,lo asombroso es q permita la producción d esos filmes,ya divulgarlos en medios masivos como tv es pedirles al diablo q se quite los cuernos...Que tenga conocimiento la tv cubana no emitido Fresa y chocolate,ni Guantanamera,solo en salas d cines han sido proyectadas,esa actitud da firmeza a este comentario.Sigo muy pendiente d tus artículos y elogiando tu valor.Imaginas uno d estos artículos tuyos,el mas inocente,publicado en Adelante?.Un abrazo.
ResponderEliminarPor favor pudiera comentar el estado fisico de las 2 salas de video, o sea, el confort, como se percibe el audio y la imagen, lunetas, luces. He visto por no encontrarme en la ciudad 2 fotos de las salas alhambra y fenix, pero quisiera saber de primera mano como estan.
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