jueves, 6 de febrero de 2014

Inauguración del Complejo Cinematográfico de Camagüey


El día 4 de febrero de 1948 abrió sus puertas por primera vez el cine Casablanca. Y el 4 de febrero de 2014 –66 años después –reanudó sus funciones con traje nuevo.
Esta remodelación y moderna estructura del local ha sido fruto del batallar de un grupo de especialistas en cine que, codo a codo con instituciones gubernamentales, acometieron la obra; acaso la más importante del proyecto de salutación al 500 aniversario de la ciudad.  
Me siento obligado a pedir disculpas a Juani, porque hace meses aseguré en este blog que dicha tarea no estaría terminada en tiempo y forma para el 2 de febrero de 2014. Así me disculpo públicamente ante él, no por haberme equivocado, puesto que las obras en general no están concluidas, sino porque el cine Casablanca sí lo estuvo –aún con olores a pintura fresca –y porque mi amigo ha sudado muy duro la camisa en estos últimos meses a pie de obra. 
Anoche fuimos a la premiere y estreno de la película Conducta; porque cuando asistimos a una película cubana de los últimos años, nos invade la nerviosa incertidumbre de qué mensaje positivo nos traerá.  
El cine cubano es bueno, no porque sea el nuestro. Ni tampoco deja de serlo porque dentro de él hayan militado filmes pésimos, cargados de adoctrinamientos inútiles y banales argumentaciones. El cine cubano es bueno porque desde siempre ha tenido directores excelentes y talentosos, capaces de llevar a la pantalla realidades nuestras y, sobre todo, la idiosincrasia nacional sin tapujos de algún tipo.
El descuido ha estado en que al pueblo de Cuba se le dificulta el acceso multitudinario a nuestras películas de excelencia. De vez en cuando, solo en espacios exclusivos de buen cine televisivo, se proyectan las cintas más emblemáticas del patio. Nuestros canales de televisión, incluyendo al más importante con sus “Películas del Sábado”, atiborran a la población de filmes violentos, o eróticos rayanos en lo porno, que al día siguiente muchos comentan “lo buenos que estuvieron” porque se les acostumbró a ellos de la misma manera que se nos acostumbró a la soya en el picadillo y al chícharo en el café, y ahora no nos es sabrosa la carne de primera ni el café puro.
Desde los primeros tiempos de Titón y su Memorias del subdesarrollo, el cine cubano contó con excelente calidad. Luego vendría Alicia en el pueblo de Maravillas, levantando ronchas en las altas esferas del poder. Años más tarde aparecerían Fresa y Chocolate, Guantanamera, por citar algunos. Y pregunto, ¿qué porciento del pueblo de Cuba ha visto estos filmes reiteradamente? Aún en los mejores bancos de películas estatales no aparecen muchas de ellas. Es la más absurda de las censuras: crear arte y luego escamotearlo.
A pesar de la censura, en los últimos años han venido apareciendo películas cada vez más críticas de la sociedad en que el pueblo actúa. Quizás no con la calidad suprema de Fresa y Chocolate, pero sí con enfoque fustigador más incisivo por la urgencia, Juan de los Muertos, Se Vende, Habanastation, Y sin embargo…, colocan sobre el tapete la realidad social en la que estamos inmersos.
Y Conducta no se queda atrás. Ninguna obra de arte puede abarcar críticamente la amplia gama de problemas que soporta la sociedad cubana de hoy; y cuando algún artista intenta abarcarlos todos a la vez, se difumina el intento y pierde intensidad la crítica. Por eso pienso que Conducta merece el elogio de su exclusividad al tratar solo, pero con valentía y agudeza, tres temas fundamentales: la exclusión del cubano a vivir en cualquier sitio dentro de su propio país, la intolerancia religiosa dentro de la escuela pública y los malos hábitos de vida y de conducta en una población arrastrada a ellos por la miseria, la desidia y la falta de control, entre otras muchas causas.
Ojalá estos filmes de altos valores críticos se promocionen y se expongan en todas las pantallas grandes del país, en todos los canales de la televisión nacional, para el disfrute de quienes sentirán, en carne propia, el retrato de sus penurias.

Pedro Armando Junco

2 comentarios:

  1. Querido Junco,es imposible q una dictadura d 55 años dé divulgación a sus errores,lo asombroso es q permita la producción d esos filmes,ya divulgarlos en medios masivos como tv es pedirles al diablo q se quite los cuernos...Que tenga conocimiento la tv cubana no emitido Fresa y chocolate,ni Guantanamera,solo en salas d cines han sido proyectadas,esa actitud da firmeza a este comentario.Sigo muy pendiente d tus artículos y elogiando tu valor.Imaginas uno d estos artículos tuyos,el mas inocente,publicado en Adelante?.Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Por favor pudiera comentar el estado fisico de las 2 salas de video, o sea, el confort, como se percibe el audio y la imagen, lunetas, luces. He visto por no encontrarme en la ciudad 2 fotos de las salas alhambra y fenix, pero quisiera saber de primera mano como estan.

    ResponderEliminar