sábado, 9 de enero de 2016

¿Quién es el explotador del pueblo cubano?

Quiero comenzar el 2016 retomando la temática social por la que fue creado este blog hace más de tres años. Y nada cuadra mejor en este momento que comentar sobre los "debates" de la Asamblea Nacional a finales del 2015. Mucha tela por donde cortar tenemos; sobre todo el conjunto de problemas que han llevado a la bancarrota la sociedad cubana, cuya única salida a corto plazo es largarse de la Isla.

No voy a detenerme en cuestiones que necesitarían un ensayo de quinientas páginas o más para ventilar razones, sino en la minúscula teoría de quién es el verdadero explotador del pueblo cubano.

Comenzaré por la sorpresa que me causaron las palabras del ministro de economía del país cuando expresó sentir "indignación" ante el alza de los precios. Creo que el único calificativo para responderle al compañero, es ¡intolerable! ¿Qué sea el titular de economía, el hombre que duplica, triplica, cuadruplica los precios en Cuba quien se queje del alza y, además, eche la culpa a los intermediarios? ¡Eso es, repito, intolerable! Es irrespetuoso, además, porque hay hasta cierta burla para con el pueblo pensante, como si este fuera fronterizo o anormal.

¿Hasta cuándo se intentará inculpar de crímenes a las propias víctimas? ¿Quién es el que paga con una moneda 25 veces inferior al obrero cubano? Un mazo de habichuelas en cinco pesos no ha encarecido, si tenemos en cuenta que el peso de cuatro centavos se reduce todavía más cuando se eleva los precios en las shopping. El precio real del mazo de habichuelas es veinte centavos, pero si un pomo de perfume que hace un año atrás costaba tres CUC hoy cuesta cuatro, ya la relación del peso frente al mazo de habichuelas es también inferior. Y así con todos los productos de particulares, comparándolos a los establecidos a los mismos productos, hasta que lleguemos a definir, según el valor adquisitivo de cada ciudadano, si el salario estatal es justo y equitativo. ¿Esto no lo sabe la más alta dirección del país, Finanzas y Precios y el Ministerio de Economía?   

Si molesta la dualidad monetaria, como se vio expresar en esa asamblea, ¿por qué no se elimina? Desde hace más de un año se le ha prometido a la población la unificación monetaria. Ya los billetes de a mil pesos están en circulación. ¿A qué se le teme? ¿A que los pocos ignorantes en esta materia abran los ojos ante la explotación a la que están sometidos?  

El pueblo cubano, el de a pie, o roba o escapa de la Isla. La otra parte del pueblo, la que tiene carros en qué andar, mansiones confortables donde vivir, ropa elegante que vestir, vacaciones en Varadero o en el exterior que disfrutar, aplaude. ¿Cuántos diputados a la Asamblea Nacional montan bicicleta para ir a sus oficinas? ¿Cuántos viven en favelas? ¿Cuántos compran en las trapi-shoping? ¿Cuántos llevan a sus hijos al campismo popular? Cierto es que la población cubana teme responder en público estos cuestionamientos, porque hay una simbiosis muy estrecha entre la ignorancia y el miedo. Pero lo insólito está en aseverar que son los trabajadores por cuenta propia, los intermediarios y hasta los productores, los culpables de la explotación del pueblo, sin tomar en cuenta la paradoja de que todos ellos juntos conforman lo que es el verdadero pueblo de Cuba.

Tampoco vi en la Asamblea Nacional una representación opositora. En cualquier otro país del mundo que se haga llamar democrático, excluyendo a Corea del Norte y Cuba, los parlamentos están matizados por una oposición, aunque sea mínima. En la Asamblea cubana no se aceptan contradicciones políticas. El propio marxismo plantea que de las contradicciones surge el desarrollo. Quizás algunos asambleístas opositores, podrían explicarle al Presidente del país –que al parecer no acierta a entender el problema de la subida de los precios– quién es el verdadero culpable del fatal desbalance entre artículos de primerísima necesidad y salarios. De haber estado presente un opositor honesto, seguramente le habría revelado al General Presidente que la solución de este problema radica en que el Estado sea capaz de competir con los cuentapropistas bajando los precios en sus placitas y mercados y en no pagarle al que trabaja con un peso de insignificante valor. Quizás también le habría hecho ver que millones de cubanos, conservadoramente más del 80% de la población laboral, trabaja, pero no produce; y un terruño sin productividad, colapsa. No pueden vivir 11 millones de personas de los ingresos que provienen de los internacionalistas alquilados, ni de un turismo que consume gran parte de lo que deja, como tampoco de la limosna que desde el exterior mandan los que alguna vez se fueron esquilmados.

No existe correlación en lo que el monopolio estatal reembolsa al creador de la riqueza, con el precio que luego se le impone a esos mismos productos al sacarlos al mercado. El productor campesino no recibe ni siquiera una décima parte de la riqueza que ha creado. ¿Cuánto se le paga al ganadero privado por una res adulta y a como se expende en divisas su carne? Al productor estatal menos aún.

 El compañero ministro de economía ha dicho en reiteradas ocasiones que las medidas impositivas tomadas por su gabinete son para que nadie en Cuba se haga rico. Tal parece que nunca leyó aquel pensamiento martiano: "Para hacer feliz a un pueblo, hacerlo rico".  Pero sí me atrevo a asegurarles a quienes dirigen esta nación, que mientras el monopolio estatal pague al productor una ínfima parte de a cómo vende su riqueza creada, no habrá que ir muy lejos a buscar quien es el mayor explotador del pueblo cubano.

 

Pedro Armando Junco

 

6 comentarios:

  1. Conozco a varios diputados q andan a pie ahí mismo en Camagüey tienes razón el algunas de las cosas q dices y q es lo q tú propones para la solución el capitalismo salvaje ??????

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  2. No conozco ningún opositor honesto en Cuba todos lo que quieren es vivir bien y cuando tienen un chance abandonan Cuba y se acabo su ideal y q los cubanos se la arreglen como pueda

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  3. Pedro Junco que tronco de gusano descarado ti eres compadre cada vez lo q escribe esta matizado por el odio esa imparcialidad q tú planteas no existe aquí

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  4. Pedro dónde está el hopositor honesto ?????, si lo encuentras ponlo a trabajar para ti para q te asesore un poco hombre por dios.

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  5. Tantos anónimos atacando huelen muy mal. El blog de Pedro Armando Junco, como el de pocos en Camagüey, está poniendo nerviosos a muchos de buen vivir en las alturas.

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  6. Muy buen artículo. Ha destapado la furia de muchos anónimos marionetas del gobierno(son personas que el gobierno les da una computadora con internet y les dice: arriba, a publicar tonterias en cualquier articulo inteligente y honesto que diga verdaded incomodas), nadie con pensamiento propio contradeciría realidades tan claras. Hace tiempo le tienen hecha la guerra a los "almendrones" de la Habana, mueven a la capital diariamente, pero son explotadores y "enemigos del pueblo". A los vendedores de vegetales, por el alza de los precios. No saben que las personas dueñas de su propio negocio podrian duplicar y hasta triplicar los precios y aun así estarían dentro del marco de lo competitivo, acorde a los estandares que fijan las tiendas "recaudadoras de divisas", es decir, el gobierno. Gracias Pedro.

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