La gente comenta sus opiniones. Cada persona
imagina el futuro y rara vez coinciden los criterios. El hito del Día de San
Lázaro ha volcado la imaginación ciudadana hasta concebir las vertientes
sociales menos imaginables, sobre todo inconsecuentes con los lineamientos
oficialistas. Porque si algo de error se le puede señalar al ministro Murillo,
es su creencia de que es posible efectuar cambios económicos sin siquiera tocar
una esquina de los postulados sociales y políticos. Ese dogma no solo es
erróneo, sino antidialéctico. Antimarxista.
Sin embargo, coincido con los que piensan que
antes de las reformas constitucionales y la diversidad de partidos políticos,
urgen otros cambios sociales que frenen la desintegración de la nación cubana,
ofreciendo a los ciudadanos de a pie, o sea, a la totalidad del pueblo, la
oportunidad de ascender en sus niveles de vida y proponerse metas de desarrollo
real y fructífero a corto y mediano plazo. Porque el partido único puede
permanecer hasta que las nuevas generaciones de cubanos que nos sucederán
decidan qué hacer con él; hay mucho de verdad en la politiquería del multipartidismo.
Por nuestra parte, un partido no tiene por qué ser una copia china ni
vietnamita, que no por gusto vivimos en otro hemisferio; nuestro partido único
pudiera abrirse a toda la población: no ser exclusivo, sino inclusivo. Pudiera
admitir en sus filas no solo a los alcohólicos y débiles mentales, sino también
a los moderados y a los “opositores”. Solo así podríamos afirmar que el Partido
representa al pueblo. Negar esto es castrar el derecho ciudadano constitucional
a participar en el Gobierno del país, que es diametralmente antidemocrático.
Inclusive, dentro de este mismo partido único se pudieran consentir dos
corrientes: la extrema izquierda de los acomodados que no quieren el cambio
(cuya reacción al paso presidencial ya la están formulando mediante los medios
difusivos que ellos controlan) y el
centro izquierda de los marginados, ya que en la nomenclatura comunista la
“derecha” es una mala palabra.
De esta manera el ciudadano común, con voz y
voto oficial, podría colocar en el foro sus inquietudes y sus discrepancias; en
fin, sus ideas de cómo debe marchar la sociedad en pleno, sacando de las manos
de unos pocos el derecho a ordenar y desordenar. En un Partido inclusivo no
podrían los funcionarios del Ministerio de finanzas y precios ponerle a la
venta a un trabajador cubano un jabón Palmolive cuyo precio representa
el 20 por ciento de su salario mensual.
El segundo paso de suma urgencia estaría
encaminado a la creación de instituciones verdaderamente no gubernamentales,
sobre todo un sindicato libre, capaz de explicarle al Ministerio de economía
que un obrero de empresa mixta (entiéndase de inversión extranjera) no tiene
por qué renunciar al 92 por ciento de su salario bajo el pretexto del
desequilibrio social; primero, porque un trabajador que se sabe explotado no
trabaja con eficiencia… o no trabaja (esta ha sido la causa principal del
desastre económico del país), y segundo porque la solución está en elevar los
salarios de aquellos que no ejerzan sus funciones en empresas mixtas. Si se
tiene exceso de dirigentes, de Ejército y policía, de organismos improductivos
y fantasmas, la solución está en darle camino a esos asalariados hacia formas
inmediatas de producción, sobre todo alimentaria, y no esquilmando al que
produce para mantener a los improductivos.
Claro que estas dos medidas de indiscutible
emergencia deben estar sustentadas por la apertura de los medios difusivos sin
censura y el acceso a información global, como es el caso de Internet para
todos. ¡No podemos dejarles a Pánfilo y Chequera toda la carga!
Pedro Armando Junco
Creo que dos partidos seria una buena opcion. En muchos paises hay dos partidos. Pero con un solo partido que le de cabida a todo el mundo y todas las opiniones, verdaderamente con todos, para todos y por el bien de todos, podrian lograrse resultados. Ya ellos crearon un aparato que podria ser democrático. Si el Consejo de Estado, el Consejo de Ministro y el Poder popular fueran genuinamente independientes, y sus miembros pudieran emitir opiniones personales, genuinamente independientes, y pudieran tomar decisiones sobre los asunto economicos,politicos y sociales, y sus decisiones fueran respetadas y llevadas a cabo, eso podria ser un magnifico comienzo.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo que los oficialistas no van a querer ni arriesgar el poder absoluto que tienen y puen torpedear las nuevas gestiones que se avecinan. Estan en una posicion incomoda, porque no se puede crear un nuevo sistema economico basado en mas de lo mismo. En cualquier momento inventan una bomba, un espia, algo que torpedee la buena voluntad de los del Norte. De todos modos, hagan lo que hagan, creo que ha empezado un proceso que va a barrer para el basurero de la historia a todos estos ineptos, que no saben mas que reprimir y subvertir, no entienden nada de economia ni les interesa crear un modo normal de vida en Cuba. Por eso la gente se sigue yendo, porque no confian en la buena voluntad de los que han metido a nuestro pais en este fanguero. Esta vez la Historia no los va a Absolver...