miércoles, 22 de noviembre de 2017

Una pequeña gigante


 
Al sur de Camagüey, en una intrincada zona rural del municipio Najasa, creció Inalkis Rodríguez Lora. Allí, rodeada de la exuberante naturaleza del lugar correteó junto a sus padres los exóticos parajes de un terruño que guarda todavía los restos de una cultura aborigen y esconde farallones como Los Callejones del Infierno, que utilizaron los mambises en su heroica lucha por echar a España de sus predios.
Najasa es una tierra fértil, apta para los cultivos e idónea para la ganadería. No está de más recordar que Inalkis, desde muy pequeña, enhorquetada sobre las piernas de su padre, aprendió a ordeñar las vacas de la casa, a dominar el azadón en las parcelas y, más de una vez ayudó a sus progenitores en las múltiples tareas del campesinado.    
Pero también asistió a la escuelita rural cercana a su vivienda. Pequeñita y delgada, pone en duda imaginar aquella chiquilla terminar la secundaria con buenas notas en la cabecera municipal y alcanzar con apenas 17 años su título de técnico medio en veterinaria.
A los veinte años, con apenas 43 kilogramos de peso y 1.51 metros de estatura, esta frágil campesina conoce a Henry Constantín Ferreiro, joven estudiante de periodismo de la Universidad de Santa Clara y se enamoran. A partir de allí comienza a escribir artículos periodísticos de manera autodidacta, acaso asesorada en términos profesionales por su novio –quien ya se había distanciado de la línea intangible del periodismo oficialista– sin desatender la senda sentimental de su amor por la tierra natal y su naturaleza insólita. Mientras Henry sufre la expulsión universitaria y comienza contra él la mano oscura del sectarismo ideológico, ella lo secunda y apoya al ser la primera mujer camagüeyana que escribe artículos de opinión para el también proscrito y recién creado diario digital 14ymedio.
En el año 2013 coadyuva junto a Henry y un estrecho grupo de jóvenes que apuestan por el cambio político, social y económico de Cuba, en la revista independiente La Hora de Cuba; proyecto novedoso en la provincia, pues en esta se publican artículos de opinión totalmente libres, fuera del estrecho marco de la política estatal.
Dentro de estos trabajos, muy críticos, pero nunca de tendencia contrarrevolucionaria como se les pretende tildar, aparece Vacas sagradas, una contundente bofetada en defensa del criador particular de ganado, cuya remuneración en las ventas al monopolio estatal aparece ridícula al comparársele con las grandes utilidades que recibe el Gobierno, sin olvidar la espada de Damocles que pende sobre la libertad del propietario que viole la prohibición de sacrificarla para su consumo. Inalkis desmantela el engaño de la dualidad monetaria en la compra de una res al criador en dos o tres mil pesos solamente, al mostrar una foto de la tarja de la shopping donde se oferta un filete de res a 350 pesos el kilogramo. ¡Con ocho kilogramos de filete vendidos, se le paga el toro al campesino!
Otro artículo suyo que causó ronchas a la dirigencia najasense fue El bosque en los bolsillos, en el cual denuncia la malversación y el talado ilícito de maderas preciosas en el municipio sin que las autoridades tomen cartas en el asunto. Cita a Los Callejones del Infierno como el sitio más arruinado por la tala ilícita; señala los puntos de concreción y almacenamiento de los troncos segados y muestra la foto del lugar donde se elabora la madera preciosa en la capital camagüeyana. En este artículo arrollador Inalkis pone al descubierto la corrupción administrativa con el propósito de que en más altas esferas de poder se tomen las medidas pertinentes.
Zoológicos o prisiones y Animales peleando gallos son otras dos exposiciones en defensa de los animales. La primera es otra denuncia al mal estado de los animales en cautiverio a orillas del río Hatibonico en el Casino Campestre camagüeyano. La segunda es su repudio a las peleas de gallos ya oficializadas, y su agudeza en la siguiente frase lapidaria: “En Cuba se puede prohibir la libertad de expresarse, pero no se quieren prohibir las peleas de gallos”.
Por estas pequeñas nimiedades críticas, dignas de ser encomiadas por la prensa oficial y la dirigencia partidista, el nombre de Inalkis Rodríguez Lora aparece en muchas asambleas municipales señalado como una de las principales opositoras de Camagüey. Se le estigmatiza quizás por ser la esposa del también “principal” opositor camagüeyano, creador de una revista “disidente” en cuyas páginas ni siquiera aparecen criterios políticos a no ser el atrevimiento de escribir en ellas lo que los medios informativos del país tienen como estilo reservar.
Inalkis Rodríguez Lora es, así de sencillo, una fehaciente ecologista, defensora de la Naturaleza y de La madre tierra. En vez de intentar denigrarla, debería ser escogida para terciar en convenciones defensoras del medio ambiente; y no estaría de más ofrecerle respaldo oficial para intervenir con autoridad en sus enfrentamientos contra el delito ecológico.       
Sin embargo, para quienes tanto la odian, ahora Inalkis, aquella pequeña estatuilla del campo, le ha parido una hija a Henry Constantín Ferreiro, el opositor proscrito vicepresidente regional para Cuba de la SIP, quien tiene vedado salir del país a pesar de que el General Presidente derogó la exclusividad de la carta blanca. Les ha nacido una bella criatura que lleva por nombre Rosslyn María, idéntica a su madre y pequeñita de cuerpo como ambos padres; pero que ha de ser la continuidad de la rebeldía ante la injusticia y lo mal hecho. 

Pedro Armando Junco

1 comentario:

  1. Estuve mirando 14ymedio y no coincido con el autor. Visite el sitio pensando en una vision alternativa objetiva pero encontre varias publicaciones que pueden calificarse por lo menos de right-wing. Algunos comentarios pertenecen al extreme right.

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