El pueblo
ecuatoriano acaba de llevar a término una consulta popular sin precedente en su
historia y, acaso, en toda América Latina. El actual presidente de ese país: Lenin
Moreno, llevó a consulta popular siete puntos cardinales para el futuro de la nación, con todas las garantías y sin la exclusividad
de aquellos nacionales que radican o viven en el exterior.
Tanto la actitud
de ese pueblo que votó el plebiscito de manera pacífica y ordenada, como la de
su valeroso conductor son encomiables. Y más aún, reflejan una luz a lo largo
del túnel de la historia de todo el continente. Una luz que indica el camino
propicio a recorrer en un futuro próximo por las otras naciones hermanas.
Nada que
envidiar a Suiza con este referéndum. Es la voz de una izquierda segura de sí
misma, avalada por normas verdaderamente democráticas, pues para ello no se
impuso la coacción, el chantaje, ni alguna forma mal intencionada que se
inmiscuyera en la consulta. Incluso, su antecesor y antiguamente
correligionario, ahora su antagónico, pudo llevar a cabo el proselitismo por el
NO a las preguntas y ni siquiera consiguió alzarse con una de ellas; más aún,
el SÍ fue aprobado por encima del 70% de la ciudadanía.
¡Ese es el
verdadero Socialismo del Siglo XXI tan clamado por otros mandatarios que,
creyéndose dueños de la verdad y la voluntad de sus pueblos, luego de alcanzar
el poder, pretender convertirse en presidentes vitalicios y esgrimen cuantas
artimañas tienen bajo la manga para hacer creer al mundo que son los mejores y
más justos gobernantes!
Es cierto que el
futuro de América Latina tiene mucho que ver con la atención a los
desprotegidos. También es cierto que, dentro del eslogan de los otros líderes de
izquierda, la salud y la educación gratuitas tienen su espacio y eso hay que
salvarlo. Pero nada, por generoso que sea, cuando se aplica por medio de la
fuerza, es virtuoso. Más cuando, gracias a la globalización informativa de hoy,
hasta el último habitante puede conocer que los llamados presidentes de izquierda
del continente, han sumido en la miseria los pueblos bajo su custodia o han
sido revocados por sospechas de corrupción y manejos inconstitucionales.
Por todo esto,
desde la modestia de mi blog, doy un VIVA a Lenin Moreno. Demócrata verdadero,
como lo fuera el Apóstol de nuestra Independencia quien odió a las tiranías y a
los autócratas hasta su muerte, este señor que apenas puede mover su cuerpo
mediante una silla de ruedas, pasará a la historia de nuestros pueblos, como el
primer presidente izquierdista que nos enseñó cual es el verdadero camino para
llevar a feliz término el Socialismo del siglo XXI.
Pedro Armando Junco
Yo no confio en nadie que se llame Lenin. Le pusieron ese nombre porque sus padres y familares admiraban a Vladimir Lenin. Algo le debe quedar de la admiración de los padres por el lider comunista que impuso la URSS por la fuerza. Ya el compañero Lenin (este lenin) declaró que va a hacer un ¨nuevo Ecuador¨. Dios quiera no añoren a Correa dentro de unos años.Salir de Guate-mala para caer en Guate-peor. Este Lenin no me brinda ninguna confianza. Ningúb Lenin me la brinda. De los males, el menor. Mi opinion...
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